La casa del árbol es de madera y flota sobre las ramas de un pino de unos ochenta años, a más de tres metros de altura sobre el suelo. Se sube trepando por el tronco o por una escala de barco. Se puede bajar utilizando la cuerda. Desde arriba se ven muy bien las estrellas. La parte más alta mide un metro y medio. Tendrá también una hamaca para descansar y un tobogán para bajar deslizando.




Javier Tamer Elshiekh Melgar. Arquitecto