Las ciudades sutiles. La ciudad de Sofronia se compone de dos medias ciudades…en una está la gran montaña rusa de ríspidas gibas…la otra media ciudad es de piedra y mármol y cemento…una de las medias ciudades esta fija, la otra es provisional… («Las ciudades invisibles». Ítalo Calvino).
Las ciudades y los ojos. Parece que la ciudad continúa de un lado a otro en perspectiva multiplicando su repertorio de imágenes; en realidad no tiene espesor, consiste sólo en un anverso y un reverso, como una hoja de papel, con una figura de un lado y otra del otro, que no pueden despegarse ni mirarse…(«Las ciudades invisibles». Ítalo Calvino).
El programa inicial se divide hasta unidades mínimas que permitan su distribución homogénea en la parcela y la mezcla de usos, evitando crear espacios residuales concentrados. La ciudad es vivir, trabajar, ocio, deporte y aparcar el coche, todo a la vez, han desaparecido los límites entre los diferentes lugares.
El espacio exterior es un tapiz de espacios de relación, cuenta con zonas verdes, zonas deportivas, zonas de paseo, zonas de aparcamiento y zonas de circulación. Los edificios se hacen permeables en planta baja, permitiendo la circulación rodada y peatonal a través de ellos, de esta manera el espacio público no tiene barreras, es un tapiz continuo.
Los edificios se articulan a través de lugares comunes. se trata de transformar espacios residuales, de comunicación interna del edificio en lugares de relación entre los estudiantes, lugares destinados a programas culturales, para bailar, ver cine, teatro, exposiciones, …habitar y vivir en comunidad, intimidad y extroversión, como dos vidas en un instante.
Los edificios están proyectados para satisfacer gran parte de sus necesidades energéticas.
Disponen de un sistema de paneles térmicos solares para garantizar un 75% del acs, un sistema de recogida de aguas pluviales en la cubierta para su posterior reciclaje para su uso en el riego y cisternas, un sistema de lamas en la fachada sur que permiten la regulación de la cantidad de asoleo recibida y una doble piel en la fachada norte protegiendo el edificio del frío.
Los espacios interiores de las viviendas son flexibles, permitiendo los usos múltiples, por la noche podemos habitar, por el día podemos también trabajar y disponer de espacios diáfanos.
A través de la introducción de «altillos» se obtienen compresiones y expansiones espaciales, de acuerdo con el uso de la estancia, de esta manera el salón dispone de mayor amplitud y se generan armarios para «recoger» un espacio y transformarlo en otro de manera temporal.
Javier Tamer Elshiekh Melgar. Arquitecto